Elegir la pintura blanca correcta

Podríamos decir que el blanco es blanco, pero con sus miles de matices, el blanco es un color mucho más complicado de lo que parece. Tan pronto como se tiñe un poco de amarillo, azul, verde o gris, el blanco se convierte en un color en sí mismo para ser manejado con cuidado. El blanco hace que una habitación sea más brillante pero también es muy complicado... Y mal utilizado, el blanco se convierte en impersonal, frío o incluso banal. Descubra nuestros consejos para entender la pintura blanca y elegirla según los criterios correctos.

Después de un trabajo, en una construcción o una renovación, el blanco es una primera base que permite estandarizar el espacio. Para crear una atmósfera neutra, elegimos un blanco puro y no teñido. Con los pigmentos de color da carácter a una habitación y se orienta hacia tonos cálidos o fríos con una amplia gama de tonos. Desde el blanco arcilla, al blanco alabastro, pasando por el blanco azulado, hay toda una gama de colores interesantes para trabajar, ¡siempre y cuando los domines bien!

Hay una multitud de blancos

El primer paso necesario, para darse cuenta de los muchos espacios en blanco existentes. Si miramos una carta de colores, nos damos cuenta de que hay muchos blancos diferentes. La mayoría son blancos decorativos y soportan otro color.

Saber diferenciar un blanco puro y un blanco teñido

Los matices de los diferentes blancos pueden parecer sutiles. Sin embargo, una vez que la pintura se aplica a una pared, el efecto no es para nada el mismo. Si quieres un blanco neutro para cubrir todas las paredes de la casa después del trabajo, debes optar por un blanco puro, no teñido, pero hay mil tipos de blanco desde el momento en que añades un pigmento.

Elija el blanco cálido o el blanco frío

Antes de elegir la pintura blanca, es importante saber si se aplicará en todas las paredes o si viene además de otro color. Cuando el blanco está junto a otro color, debe ser elegido en base a ese color. Cerca de una pared en tonos cálidos, preferiremos los blancos teñidos de amarillo mientras que cerca de los tonos fríos optaremos por los blancos con pigmentos azules, verdes o grises. En cuanto a la decoración interior, según los códigos occidentales, los blancos cálidos aportarán una sensación de convivencia con un tono envolvente mientras que los blancos fríos aportan cierta frescura a la habitación.

Elija una pintura blanca adecuada para el tipo de habitación

Al igual que otros colores, el blanco debe ser compatible con el tipo de habitación, dependiendo de si es una habitación seca o húmeda. En una cocina o baño, elija una pintura blanca resistente al moho, la humedad, etc. En las habitaciones secas, las tensiones son menores.

Presta atención al lado impersonal de la pintura blanca

A pesar de sus muchas ventajas, el blanco a veces puede aportar un aspecto impersonal y sin carácter a su diseño interior. Si la pintura está ligeramente teñida, se romperá este lado crudo para dar el carácter blanco. Para que no sea demasiado básico, es una buena idea añadir algo de carácter al blanco. Para dar un poco de rugosidad, aplicamos blanco a los relieves (molduras, ladrillos, estantes gráficos blancos, etc.).

Determinar dónde se aplicará la pintura blanca

A menudo lo olvidamos, pero la pintura de una habitación incluye las paredes pero también las puertas, la carpintería, los zócalos, las molduras, etc. Por lo tanto, es necesario determinar si sólo se repintarán las paredes o si también se trata de los zócalos y las puertas, por ejemplo. Cuando se utilizan pinturas diferentes para elementos similares, es mejor marcar una cierta ruptura, una clara demarcación con un blanco que se dirige hacia otro color.

Elija el acabado de pintura blanca

Dependiendo de su acabado, la pintura blanca puede tener diferentes impactos en el espacio. Es principalmente una cuestión de mantenimiento y brillo. Cuanto más lacado esté el acabado, más brillante será el blanco. Por el contrario, una pintura blanca mate refleja menos luz pero tiene la ventaja de ser más decorativa y envolvente. También esconde imperfecciones en las paredes y el techo. La pintura blanca con acabado brillante sólo se aplica a la carpintería.

Una pintura blanca para aumentar la luz

Un fuerte activo del blanco, su aspecto luminoso debe tenerse en cuenta según las limitaciones propias de la sala. La pintura blanca refleja, de hecho, el doble de luz que un color convencional porque contiene partículas reflectantes que proporcionan un 15% más de luz. Por lo tanto, es también una forma de ahorrar energía. En los desvanes, por ejemplo, el blanco da una agradable sensación de espacio. Para aumentar la luz, se aplica pintura blanca a las paredes y a la carpintería delante de las ventanas.

Cuidado con el lado sucio del blanco

El mayor problema con el blanco es que es sucio. En la carpintería (puertas y manijas), las manchas y las huellas son numerosas. Por lo tanto, deben ser limpiadas a menudo. Las pinturas blancas con un acabado aterciopelado son un buen compromiso. También hay pinturas con efecto perla que permiten que las manchas se deslicen de la pared, ideal en pasillos o habitaciones de niños, por ejemplo.

Considere los elementos existentes

En una cocina o baño, una pintura blanca nunca será tan blanca como la loza de un lavabo o una bañera. Por lo tanto, es mejor alejarse de esta tonalidad de porcelana y crear una franja de color que anime el baño. Es mejor ir por un blanco frío a riesgo de tener un lado amarillento, que daría un aspecto ligeramente sucio.

No dude en pedir consejo a un pintor profesional para su trabajo de pintura si no está seguro del color y los acabados que debe adoptar en su casa.